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Informe anual sobre el sistema europeo de alerta rápida para alimentos y piensos

La red del RASFF permite un intercambio rápido de información entre los Estados miembros y la Comisión cuando se detectan riesgos para la salud humana en la cadena alimentaria humana y animal

Miércoles, 12 de junio de 2013

El sistema de alerta rápida para alimentos y piensos de la UE (RASFF por sus siglas en inglés) se puso en funcionamiento hace más de treinta años. Es una herramienta informática que facilita el flujo transfronterizo de información entre las autoridades nacionales responsables de seguridad alimentaria, y es fundamental para ofrecer a los ciudadanos europeos un elevado nivel de seguridad. Recientemente se ha hecho público el informe sobre las notificaciones hechas a lo largo de 2012 (VER).

Tonio Borg, comisario europeo de Salud y Política de Consumidores, ha declarado: «RASFF se ha convertido en una herramienta indispensable para afrontar los problemas de seguridad alimentaria en la UE y resolverlos, ya que permite una rápida comunicación a fin de proteger a los consumidores europeos. Si bien el escándalo de la carne de caballo, que fue noticia destacada, no tuvo lugar en el período incluido en este informe, es importante subrayar que, gracias a la existencia del RASFF, las autoridades de seguridad alimentaria de toda la UE pudieron intercambiar información rápidamente. En consecuencia, se pudo seguir la pista a los productos y retirarlos del mercado». El Comisario concluyó: «La Comisión tiene la intención de ampliar el ámbito del RASFF a la lucha contra el fraude alimentario».

En 2012, el número de notificaciones del RASFF fue de 8.797, que representan un descenso del 3,9 % en comparación con 2011. De estas, 3.516 fueron notificaciones originales (el 40 % ) y 5.281 fueron notificaciones de seguimiento (60 % ). Estas cifras representan una disminución del 7,8 % en las notificaciones originales y del 1,2 % en las de seguimiento. En total, 526 notificaciones de alerta informaron sobre riesgos graves detectados en productos en el mercado, lo que representa un claro descenso del 14 % en comparación con 2011.

De las 3 516 notificaciones originales transmitidas en 2012 a través del RASFF, 332 se refirieron a piensos (9,4 % ). En relación con los materiales en contacto con los alimentos se contabilizaron 299 notificaciones (8,5 % ). Estas cifras son similares a las registradas en 2011. Las notificaciones originales relacionadas con alimentos fueron 2.885.

En el caso de las carnes y productos cárnicos, sin incluir las aves, se dieron 184 notificaciones de las que 65 fueron alertas europeas, 40 fueron rechazos en frontera. En el caso de la carne de aves y sus productos fueron 177 las notificaciones registradas de las que 53 fueron rechazos en puestos fronterizos.

Dado que el RASFF es ante todo una plataforma de intercambio de información sobre cuestiones de seguridad alimentaria, tanto el metanol checo como el escándalo de la carne de caballo plantean la necesidad legítima de un intercambio de información sobre casos de fraude alimentario, que constituye un fenómeno nuevo. Para abordarlo, el plan de acción en cinco puntos de la Comisión busca colmar las lagunas identificadas a raíz del escándalo de la carne de caballo estableciendo un procedimiento de intercambio rápido de información y alertas en los casos que puedan constituir fraude alimentario.

La red del RASFF permite un intercambio rápido de información entre los Estados miembros y la Comisión cuando se detectan riesgos para la salud humana en la cadena alimentaria humana y animal. Todos los miembros del RASFF (la EU-27, la Comisión, la EFSA, el Órgano de Vigilancia de la AELC, Noruega, Liechtenstein, Islandia y Suiza) tienen un servicio permanente a fin de garantizar que las notificaciones urgentes se envíen, reciban y respondan de manera colectiva y eficiente. Gracias al RASFF se han evitado muchos riesgos en materia de seguridad de los alimentos antes de que pudieran perjudicar a los consumidores.

Fuente: EUROCARNE